Guitar Jeros desconocidos (I)

Amigos, este va a ser el rincón en el que os vamos a hablar de guitar jiros desconocidos. Que sí, que sí, que Blackmore es grande, Yngwie es la hostia y Satriani es tremendo. Y a la hora de poner la polla sobre el puente, como Frank el Tachas ninguno.
Pero la idea aquí es traer a gente que me ha dejado con cara de hiliposhas y que no son tan conocidos.

Y empezamos el día con Matthias "IA" Eklund.

Los guitarras de pata negra (No Marnofler, tu no. Doc, ni siquiera abras la boca) les será familiar, no solo por sus moviditas en Freak Kitchen y en Fate (Tengo el "Scratch 'n' Sniff", no sé donde lo encontré), pero el gran público a lo mejor lo conoce porque en el Rockservatorio ponen de vez en cuando una versión marcianísima del "Smoke on the water" del último disco, "The Road less traveled"


El tio es sobre todo un prodigio del dominio de los armónicos. Es acojonante como hace "squeal" la guitarra, pero no usando "pinch harmonics", como podría ser el caso de Dimebag Darrell, sino conociendo perfectamente donde se encuentran los puntos del mástil que generan armónicos naturales. Yo sigo los diagramas de su página web y el tema me sale una vez de cada veinte, creo que cada guitarra tiene los puntos en lugares distintos.

El tío es super grande en Japón, y de hecho, sus guitarras se las hace una casa japonesa, Caparison. La guitarrita es acojonante, 27 trastes, un diseño que parece convencional pero que mola un rato y un montón de inventiva. Toda la historia aquí.

El tipo es fundamentalmente un pedazo de animal de bellota, tiene un talento compositivo de cagarse y cada disco te da para descubrir detalles durante varios meses. El hace sobre todo power metal con Freak Kitchen, pero lo que vale realmente la pena de el son los dos discos en solitario que tiene: "Freak guitar" y "The road less traveled".

A-co-jo-nan-te, compañeros

Parece ser que este año los de "Guitar Player" le han dado el título de mejor nuevo talento. Bien, solo lleva como quince años de carrera. Mejor tarde que nunca. Y esa revista no tiene ninguna credibilidad, nunca la dieron ningún premio a Frank.

A seguir metaleando, nenas.